"Para combatir el Alzheimer que padecía mi abuela decidí sacar fuerzas de los niños, porque ellos tienen el mayor poder que ningún superhéroe puede tener: el humor, capaz de convertir por momentos el Alzheimer en una sonrisa, y el amor, capaz de hacer que el recuerdo de mi súper-abuela quedara grabado para siempre en una historia, la historia del Capitán Zheimer"